La Ley de la Florida exige que todos los conductores tengan un seguro de nivel mínimo con el fin de estar legalmente aptos para circular. Los conductores que hagan caso omiso de esa ley se clasifican como motoristas sin seguro y cuando estos causan un accidente, las víctimas a menudo deben recurrir a su propia compañía de seguros para obtener una indemnización.
En algunos casos, la pregunta de si el conductor en falta tiene seguro está muy clara: o bien tienen una póliza o no la tienen. Sin embargo, hay algunas situaciones en las que la respuesta es un tanto ambigua, y a menudo implica categorías de conductores que pueden ser «excluidos» o «permisivos».
El reciente caso de Lyons vs. Direct General Insurance Company of Mississippi, ilustra este asunto. En dicho caso, la víctima sufrió graves lesiones como consecuencia de un accidente mientras era pasajero en un vehículo conducido por un amigo que había sido excluido específicamente de la póliza del seguro de su madre.
Un conductor excluido es aquel a quien el titular de la póliza de seguro señala específicamente como excluido de la póliza. Un conductor excluido no tendría cobertura por daños físicos o responsabilidad al conducir el vehículo señalado en la póliza de seguro de auto de la cual queda excluido.
Son muchas las razones por las que el titular de una póliza puede excluir a un conductor de la cobertura. En algunos casos, los padres excluyen a los adolescentes porque no quieren pagar las elevadas primas que se cobran por los conductores novatos. La misma lógica podría aplicarse a un cónyuge con un cargo de DUI u otro ser querido con un mal expediente de conducción.
Sin embargo, si ese conductor excluido está conduciendo un vehículo de propiedad del titular de la póliza (lo que jamás debería ocurrir si el conductor está excluido), es como si estuviera conduciendo sin seguro y tanto el conductor como el propietario del vehículo podrían ser considerados personalmente responsables por daños y perjuicios.
En el caso Lyons vs. Direct General Insurance Company of Mississippi, la víctima demandó al conductor excluido por daños y perjuicios, obteniendo en última instancia, una sentencia de $72,500 contra él.
En ese momento, el conductor había estado conduciendo el vehículo de su madre. Su madre se defendió argumentando que su hijo estaba específicamente excluido de su póliza de seguro al momento del accidente. Por dicha razón, su compañía de seguros se negó a pagar los daños y perjuicios.
La víctima solicitó una sentencia declarativa, pidiendo a la corte que exigiera que la aseguradora de la madre cubriera la demanda. Aunque admitió que el conductor estaba excluido de la póliza, alegó que la póliza de la madre cubría daños causados por cualquier conductor permisivo. Un conductor permisivo es aquel que está cubierto por la póliza del asegurado al habérsele dado permiso para conducir el vehículo.
La Corte de Circuito, teniendo en cuenta que el conductor estaba excluido específicamente de la póliza, otorgó un fallo sumario a favor de la compañía de seguros.
Sin embargo, al hacerse la apelación, la Corte de Apelaciones lo revocó, constatando que el estado exige un seguro de responsabilidad para todos los vehículos conducidos y que reglamentariamente, cualquier persona que utilice un vehículo motorizado con la autorización expresa o implícita del dueño está cubierto por la póliza del propietario del auto. La Corte Suprema del estado ratificó esto.
Para aquellos que tienen conductores señalados como excluidos en su póliza, es importante asegurarse de que esas personas no conduzcan el auto por ningún motivo, de lo contrario el titular podrá ser declarado responsable, independientemente de la exclusión.
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