La tentación es abrumadora para algunos, pero usted puede ser su peor enemigo cuando comparte demasiada información en medios sociales si se encuentra en medio de una demanda por lesiones personales. Antes de la era de Internet, era un proceso difícil y lento para los abogados contrarios desenterrar información sucia sobre el cliente del otro lado. Estos días, pareciera que todo lo que tienes que hacer es seguir la pista de las redes sociales y esperar a que la persona cometa un error. Y a menudo es una corta espera. ¿Cómo pueden los hábitos en línea arruinar una demanda por lesiones personales? En más formas de las que usted se puede imaginar. Sólo siga leyendo.
Adictos a los medios sociales
El alcance de nuestra interacción con las redes sociales es asombroso. Las encuestas de Pew Research en 2014 revelaron que dos tercios de los estadounidenses adultos interactúan en sitios donde se comparte en exceso, tales como Instagram, Facebook, Snapchat, Twitter y similares. Ese número aumenta a 74% de todos los adultos en línea y 89% de los adultos entre las edades de 18 y 29. La oportunidad de compartir ciertamente está disponible. Y el problema no se limita a la información divulgada durante el curso de su queja legal. Solo por el hecho de eliminar de tu cuenta de Facebook una perorata provocada por la ira, no significa que ésta haya desaparecido. Preocupante, ¿o no?
Evidencia visual
De acuerdo al abogado de lesiones personales de Miami, José M. Francisco, una de las maneras más fáciles de que usted mismo se delate es a través de pruebas visuales. Imagine un escenario típico en el que alegue lesiones personales sufridas debido al descuido de un individuo o empresa. En la corte, usted alega que su espalda se ha lesionado tan severamente que lo único que puede hacer cada día es arrastrarse hasta el buzón y volver a casa.
Hasta aquí, todo suena muy bien. Tal vez usted realmente se lesionó, pero un juez y un jurado puede tener dificultades tomando en serio la acusación cuando aparece un video en Facebook en el que usted parece estar escalando unas enormes ruinas Aztecas como un mono araña en sus vacaciones en México la semana pasada. O empuñando una azada de jardín como Conan el Bárbaro balanceando una espada mientras trabaja en su jardín. Y así nomás, los pocos segundos que le han tomado publicar una foto en Facebook es el mismo tiempo en el que puede arruinar su oportunidad de acabar con un acuerdo compensatorio considerable. Y si usted piensa que la gente no está mirando, listos para correr hacia el otro lado con evidencia contraria, ese es un riesgo demasiado grande que usted no debe tomar.
Actualizaciones
Algunas personas no pueden respirar sin publicar una actualización de estado en sus cuentas de redes sociales. Si no le hace daño a nadie, no importa, ¿no? No esté tan seguro. Tal vez sólo un poco menos condenatoria que una imagen es una afirmación de que usted está involucrado en una actividad que va en contra de su presunta lesión. ¿Tiene una pierna rota? Probablemente no debería poner en línea que acaba de llegar a la estación de esquí de Monte Monumental para participar en la carrera de Diamante Negro. Parece ser algo de sentido común, pero si vives lo suficiente, te das cuenta de que el sentido común no es tan común como debiera ser.
El juego de la culpa
Todo el mundo seguramente conoce al chico o chica que no puede sobrevivir a un solo día sin salir con una cantaleta de algún tipo. ¿Adivine qué? Su soliloquio que le sirve para desahogar “lo que hay en su ronco pecho” podría admitir accidentalmente su culpabilidad o poner en duda la versión «oficial» de los acontecimientos, tal y como usted lo ha atestiguado en la corte. Ésta es la mejor herramienta para el abogado contrario, y no dude que no tenga a un asistente o alguna recepcionista echando un ojo a cualquier cosa asociada con su nombre que aparezca en línea. Hágase un favor y mantenga la boca cerrada. Mejor aún, el mejor consejo para protegerse en lo posible es tomar las siguientes precauciones en el momento en que sospeche que puede estar involucrado en una demanda por lesiones personales:
1. Encienda su censor interno cuando publique o comente en los medios sociales.
2. Cambie la configuración de sus cuentas en los medios sociales de «público» a «privado».
3. Bloquee cualquier aplicación que comparta automáticamente su información.
4. Recuerde que «borrar» no significa que algo se haya ido.
La conclusión es que debe tener en cuenta que su comportamiento en los medios de comunicación social le puede proporcionar la artillería necesaria al otro lado en caso de una acción judicial, y lo más probable que sí la utilicen. Si bien la admisibilidad de cualquier cosa publicada en las redes sociales sigue siendo un área gris cuando se trata de cuestiones legales, existe una gran posibilidad de que pruebas concretas como imágenes o videos lleguen a ser usados como evidencia.
Por más difícil que le parezca, su mejor camino es permanecer fuera de los sitios web de medios sociales durante la duración del caso.
Si usted se encuentra en la necesidad de contratar un abogado de lesiones personales en Miami, alguien con experiencia que pueda representar a sus intereses en caso de sufrir lesiones personales, por favor llame a las Oficinas Legales de José M. Francisco para recibir una consulta gratuita.
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